Freud mantiene que todos los sueños representan la
realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo
pesadilla. Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el
incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las
cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en
pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de
deseos reprimidos. Según su teoría, la "censura" de los sueños producen una distorsión de su contenido. Así que lo que
puede parecer ser un conjunto de imágenes soñados sin sentido puede, a través
del análisis y del método "descifrador", ser demostrado ser un
conjunto de ideas coherentes. Freud propone que al valor del análisis de los
sueños se radica en la revelación de la actividad subconsciente de la mente.
La teoría de interpretación de los sueños de Freud
representa las primeras teorías de este con relación a la naturaleza de la
psicología de sueños inconscientes, la importancia de las experiencias de la
infancia, el lenguaje "hieroglífico" de los sueños y el método que el
llama "psicoanálisis"
Freud considera que todo sueño es interpretable, es decir,
puede encontrarse su sentido. La labor de interpretar no recae sobre todo el
sueño en su conjunto sino sobre sus partes componentes basándose en una especie
de libro de los sueños, donde cada cosa soñada significa tal otra cosa en forma
rígida, sin considerar la peculiaridad de cada sujeto. Primero se descompone el
relato en partes, y recién al final surge la interpretación final o global, en
la cual se nos revela el sueño como una realización de deseos.
El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado
fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el
conjunto de los actos comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida
despierta, constituyendo el resultado de una actividad intelectual altamente complicada.
El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del
sueño, en lo efectivamente soñado, proceso denominado 'deformación onírica'.
Freud se pregunta porqué tiene que haber una deformación, ya que podría haber
ocurrido que el sueño expresara el deseo en forma directa, sin deformación.
Esta deformación es intencional y se debe a la censura que el sujeto ejerce
contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por algún
motivo.